miércoles, 3 de junio de 2009

1º Movimiento

Si acomodamos un gato gordo, de esos que se escurren como gelatina mal hecha, por cada seis metros de camino a casa, vengas de donde vengas, podría yo silenciar ese playback sonso, de tu vida. Por que cuando varios kilos de cuervos viajan encima de ti en el metro y/o pies, debido a la falta de jaulas que descuida de por si la gente con estres, tú trayectoria de una lado a otros, que se supone que debiera ser heraclita, termina por ser una resaca bien educada ya por la costumbre. Peor es nada. Observa por la ventana en movimiento, a través del asfalto o mejor en la oscuridad de un túnel, besa ese minotauro que pronuncia mal tu nombre y casualmente se parece a ti. Escucha esa media gaita urbana tocada por un bucanero verde como taxi que avanza sobre el tango de sus llantas argentinas según la colonia. Siente el viento dentro del saxofón de tu lunar, no humedecido por el calor de la gente. Busca aire y silencio para poder jugar al músico citidiano que hace mas que romper son su sordera metálica cuando se cierran las puertas del vagón. No mas rondas de movimiento verbal por un conductor empedernido por su lugar de des-origen, por que en las letras no dejan ver tus sueños ilógicos que se dejan llevar en el viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario