martes, 4 de agosto de 2009

Jugar con fuegos sobre el mar

Por que será que puedo hacer del amor la idea más rica en pétalos negros y cristalinos, como para romper todo mi maldito mar existencial para bien o para muy mal. No poseo otro escorpión que interrumpa mi modo de vivir o de sentir a morir, es el único factor que me ha dado de más los laberintos nocturnos que necesito como para perder la cabeza o como prender fuego a un gato y desvanecer su sombra. Haciendo cuentas no recuerdo que; el dinero, la escuela o hasta las mismas frutas jamás me hayan causado tantas tormentas y paraísos, como lo ha hecho ese virus bizarro que se llama amor. Por que este siempre fecunda pensamientos, envenena paradigmas, bendice arañas, aborta ilusiones, purifica aromas, y trae consigo por igual, fantasmas y jardines de mil maneras y de mil noches arábigas. De extraña manera tal vez necesite de tres vidas para saber jugar: una para perder, otra para perder otra vez, y una última para apostarlo todo. Así que todavía tengo tiempo para morir más cuentos y resucitar, espero ya por fin así sea, en eso que llaman Arte.

…De la misma manera a la maga le encantaban los líos inverosímiles en que andaba metida. Siempre por causa del fracaso de las leyes en su vida… (Cortázar, Rayuela)

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