Te doy tres vidas para matar tu apariencia, antes de que se te ocurra salir volando por el humo de tus dedos. Se que estamos a media linea de perdernos de nuevo ese maullar nocturno que se le da a ella estas noches, por la sobre carga de insomnio paranoico. Pero no tendrás otra oportunidad de recurrir a otra realidad tan necesaria, que es esta de crear una imagen de más, para escapar de las aves cegatonas que se dicen alegría. No espero un mundo al revés de aquel que lucha a contra; solo necesito de fuego para quemar mis manos sobre tu cara.
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