jueves, 3 de septiembre de 2009

Tango Peligroso

En tiempos buenos por la espina dorsal de la felicidad, comenzamos con un laberinto fosforecente y terminamos "Por Una Cabeza" de Gardel de noche. Apropiandonos de manera no tan publica de un espacio publico que gritando, artísticamente porque no, lo que la piel puede gritar. Y con beso de kiwi, la dinamita no se hace esperar por que el tiempo en el centro no vale. Después de un final reñido entre cafés e ideas contrarias el peligro asoma su cabeza camaleónica. A todo esto con boca de fuego por una cabeza, que importa perderme mil veces la vida. XD

2 comentarios:

  1. Por una cabeza,
    todas las locuras.
    Su boca que besa,
    borra la tristeza,
    calma la amargura.
    Por una cabeza,
    si ella me olvida
    qué importa perderme
    mil veces la vida,
    para qué vivir.

    Cuántos desengaños,
    por una cabeza.
    Yo jugué mil veces,
    no vuelvo a insistir.
    Pero si un mirar
    me hiere al pasar,
    sus labios de fuego
    otra vez quiero besar.
    Basta de carreras,
    se acabó la timba.
    ¡Un final reñido
    ya no vuelvo a ver!
    Pero si algún pingo
    llega a ser fija el domingo,
    yo me juego entero.
    ¡Qué le voy a hacer..!

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